¿Qué pasó el 9 de julio de 1816? La respuesta es rápida y
sencilla, se declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la
Plata (hoy Argentina). Pero para comprender los cómos y por qué hay que ir más
atrás en el tiempo, porque el proceso de independencia se inició en la famosa
Revolución de Mayo, e incluso antes.
En 1810 se le quitó el poder al
virrey del Virreinato del Río de la Plata, para depositarlo en el pueblo. Esto
ocurrió porque España había sido ocupada por Napoleón, y el gobierno hispano
había perdido legitimidad.
La mayoría de los instigadores de
la revolución, igualmente, perseguían la independencia de España, pero durante
años se mantuvo la llamada Máscara de Fernando VII, que consistía en decir que
sólo se estaba formando una junta que gobernaba en nombre del rey depuesto.
Pero este rey volvió al poder a fines de 1813, y el antiguo virreinato no
cumplió con la jura de fidelidad que le había hecho, y siguió luchando contra las
fuerzas españolas.
Eso fue lo que se llamó la Guerra de la Independencia, si bien la independencia se declaró mucho tiempo después como ya sabemos.
Pero en ese año de 1813 se
convocó la Asamblea General Constituyente del Año 1813, convocada por el Segundo
Triunvirato y con el apoyo de la Logia Lautaro, ya más propensos todos a hablar
de independencia. Aquí ya se aclaró que la Asamblea asumía en nombre del
pueblo, y no del rey de España, la soberanía y afirmó la independencia sin
declaraciones explícitas. Se suprimieron todo tipo de signos de dependencia
política de España en los documentos públicos y en la moneda, incluso aceptó
una canción nacional. El himno creado por Vicente López y Planes que hoy en día
sigue siendo el himno nacional.
Al año siguiente la Asamblea disolvió el Triunvirato, un gobierno tripartito de las ya llamadas Provincias Unidas, y creó el Directorio, un gobierno unipersonal.
Pero se agudizó la lucha por el
poder de las diferentes provincias, con Buenos Aires queriendo monopolizar todo.
También se agudizó el problema contra las fuerzas españolas, al sufrir varias
derrotas militares. El problema era grave, por lo que se convocó una reunión de
todas las provincias en Tucumán, esto ocurrió a mediados de 1815. A fines de ese año se
eligieron diputados, con la idea presente de que cada provincia podía enviar un
diputado cada 15 mil habitantes.
El Congreso de Tucumán comenzó a
sesionar el 24 de marzo de 1816, con 33 diputados. Las reuniones se realizaron
en una casa alquilada que luego sería llamada la Casa de Tucumán, propiedad de
una tal Francisca Bazán de Laguna.
¿Qué debía decidirse en el
Congreso de Tucumán?
Por esos tiempos había dos posiciones encontradas sobre cómo debía gobernarse la nación que se negaba a nacer, las Provincias Unidas. Uno decía que el gobierno debía ser centralista, y centrado en Buenos Aires. Otra, apoyada por los que seguían a José Gervasio Artigas, un régimen federal. Buenos Aires era la provincia más rica, pero no por ser una provincia rica en sí, sino porque tenían la aduana por la cual salían todas las exportaciones de las demás provincias, y todas las ganancias quedaban allí. Por ende lo que quería Buenos Aires, era que el gobierno se organizase en derredor de ellos. Mientras que el resto de las provincias querían un gobierno federal en el que la aduana fuese de toda la federación, y no de una sola provincia.
Las provincias más en discordia con Buenos Aires, las del Litoral y la Banda Oriental (hoy Uruguay), no acudieron al Congreso, ya sublevadas porque Buenos Aires había permitido que los portugueses del Brasil invadieran la Banda Oriental.
Así y todo el Congreso decidió la suerte de la naciente nación.
Para evadir las indecisiones y
poder ya actuar como una nación, el 9 de julio se declaró formalmente la Independencia
de España. El acta dice:
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protextando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuparar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli.
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protextando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuparar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli.
Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad bajo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios.
Como en el Congreso también se
evaluaba cómo iba a ser el gobierno de ahí en más, había algunos que tenían la
idea de crear un protectorado inglés, otros buscar ayuda en la corona
portuguesa, y hasta quien proponía crear una monarquía con un descendiente Inca
en el cargo. Pero para evitar esto, a los pocos días se agregó en la fórmula
"...y toda otra dominación extranjera".
El Congreso siguió en sesiones
intentando buscar una solución para todas las provincias, incluso sancionó una
Constitución en 1819, pero al mismo tiempo que se seguía luchando contra los
realistas, comenzaba la larga guerra civil que evitaba la formación de una
nación. El congreso fue disuelto en 1820, y la unión en una nación tardó varias
décadas en llegar. Incluso la Constitución que rige a la nación Argentina hoy
en día fue sancionada en 1853 pero por una parte de lo que hoy componen esta
nación, recién hacia 1862 se unió lo que hoy conocemos como Argentina, y entre
ese año y 1880 se formó una nación realmente unida.
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