Casi nadie discute hoy que el promedio de precios de la economía aceleró el ritmo de aumentos. Es lo que los economistas denominan inflación y que recurrentemente se aleja de la percepción que tiene cada familia en particular, porque al tratarse de un promedio es común que tanto la variación que se informa mes a mes como el nivel del gasto estimado se aleje de los patrones individuales.
Hoy Infobae.com intenta cerrar parcialmente esa brecha, a partir de la construcción de una canasta de costo de vida mensual para una familia tipo, respetando la estructura que surgió de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares en la Ciudad de Buenos Aires entre mediados de 2004 y mediados de 2005.
La canasta incluye los alimentos comunes de la población media de la Ciudad, es decir primeras marcas de alimentos y bebidas envasadas, como productos frescos comprados en supermercados, desde leche fluida, a cortes vacunos que van desde una colita de cuadril, a un bife de chorizo, hasta las verduras y frutas frescas, además de pan, fideos, mermeladas y quesos.
Además, de los gastos en los diversos medios de transporte, sea al trabajo, como en el traslado de los chicos a la escuela, uso del teléfono fijo y celular, atención médica privada, alquiler de la vivienda, presupuesto para diversión, desde una entrada al cine o a un partido de fútbol, hasta la planificación de las vacaciones o salidas en fines de semana largo, y el cuidado personal, como peluquería, tanto para el hombre como para la mujer, gimnasio, lectura de diarios, revistas y pago de servicios de TV por cable, entre otros.
El ingreso del hogar, formado tanto por el aporte del jefe de familia como del cónyuge o pareja, se destina en su mayor parte a la compra de alimentos, tanto en el hogar como en comidas afuera, con $1.980 por mes en la actualidad. Representa el 30% del gasto total.
En segundo lugar, compiten los gastos que en general se van de las manos en los primeros días del mes, como son los vinculados con el mantenimiento de la vivienda, desde las expensas y servicio doméstico hasta los servicios de luz, gas y agua, $820; movilidad y comunicaciones $779 y educación de los hijos $716, entre pago de matrículas a institutos privados y útiles y libros. Absorben en conjunto poco más de un tercio del presupuesto mensual.
Mientras que el resto se reparte en atención médica y gastos para la salud, con $551, esparcimiento y turismo con $716, equipamiento del hogar $437 y compra de productos y servicios diversos, con otros 270 pesos.
Si bien los gastos estimados para la escuela de los chicos, como para medicina prepaga, resultan muy inferiores a los aranceles promedios de esos servicios privados, debe tenerse en cuenta que en la Ciudad gran parte de los trabajadores privados registrados tienen acceso a una buena cobertura social que le facilita el empleador y muchos utilizan establecimientos educativos públicos.
En tanto, en el caso de turismo y mantenimiento y equipamiento del hogar, el presupuesto mensual resulta del equivalente proporcional a todo el año, dado que es común que no sólo las vacaciones se tomen en forma parcial a lo largo de los doce meses, sino también es atemporal el gasto en el cambio de un electrodoméstico, o de un mueble, como sus reparaciones y mantenimiento
Una observación similar surge en el caso de los gastos de la vivienda, dado que en la Ciudad conviven familias que pagan expensas, con otras que no tienen ese costo, como quiénes se ayudan con servicio doméstico, y quiénes no.
Fuente: http://www.infobae.com/
Por Daniel Sticco
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